Con 9⁰ Celsius y viento N 10 de 19 km/h, unos intrépidos senderistas (6), del grupo Avivaelpaso, inició a las 9:05 una marcha por las salinas de Puerto Real.
Y así como estaba dicho, así ocurrió. Iniciamos la ruta a las 9:05, nos metimos por lugares donde las sapinas y almajos casi nos impedían el paso. Y además hacía frio. Hacía frio, pero la intrepidez de la tercera edad no conoce límites.... Y echamos a andar,
Por la parte de detrás de AIRBÚS hay un camino casi desconocido por la totalidad de los portorrealeños, por el que nos apartamos de la civilización y entramos en la selva
Y lo dicho. Una vez superado un camino de galería nos metimos en la vegetación salinera que apenas nos permitía el paso
El grupo al completo
Y salimos del bar... Nos dirigimos hacia la salina El Ratón. Queda por decir que pasamos junto a la Salina La Imposible, y al otro lado del caño La Covacha, de la que mi abuelo era capataz.
Dimos la vuelta alrededor de la salina El Ratón y a instancia de Marga nos dirigimos hacia un monte que hay en las inmediaciones del cual no conozco el origen ni ningún detalle del mismo. Ésta elevación del terreno linda con una de las bandas del Caño del Molino, la cual vimos en su Vuelta de afuera hábilmente reforzada con piedras de granito.
Éste monte o elevación al que aludo era una alfombra verde de vinagrillos. Alguien mas culto que yo lo llamaría "Oxalis pes-caprae" que es su ID. prefiero decirle vinagrillos.
El pisar aquélla alfrombra daba la impresión de flotar un mullido piso de aterciopelados mantos de algún vergel .... (Qué cursilada). Perdón
Al llegar al final de ésta elevación, Marga nos contó que hace algún tiempo estuvo por allí y vió que un hombre había habilitado la zona como vivienda habitual y la había provisto de huerto, embarcadero, caseta y otras utilidades para vivir al estilo de Robinsón Crusoe. Apartado del mundo.
Lo que nos encontramos fué un montón de desechos que bien podía haberlo acumulado un enfermo del Sindrome de Diógenes, y todo arruinado por un fuego en un abandono total.
Hay que decir que fué lo mas interesante de la ruta. Pisar aquélla mullida alfombra y encontrarse con aquel lugar desconocido, fué algo inesperado. Seguro que algún día volveremos.
Al monte le hemos puesto nombre. Se llama "Monte Marga"
Continuamos. Dejamos aquél lugar y continuamos por el arcén de la carretra hasta llegar de nuevo al camino que oculta AIRBÜS
Y nos encontramos con ésto "Manzanitas del demonio" Solanum linnaeanum, que diría el mismo culto de antes. Recuerdo que de niño iba con mis tias a recoger estos frutos para lavar la ropa negra.
Acabó la ruta. Como casi siempre en la rotonda se divide el grupo y cada ciual elige su camino
Pueden verse los datos de esta ruta: 10 km. Lo que hacemos normalmente.
La próxima será después de las fiestas.